Cristina comienza su carrera como artista desde pequeña, el ejercicio de la plástica como proceso de comunicación interior-exterior le ha llevado a encontrarse con mundos internos que en forma de espiral le permiten conectar con su ser profundo y conciliar el sentir del artista con el del espectador. Su expresión plástica es principalmente abstracta,  de éste surgen distintos patrones que remiten a los inicios humanos en el arte: las formas básicas; grecas, espirales, líneas e hileras de círculos son los caracteres de su nueva colección, expresando el movimiento primario de cierto orden cósmico interno. De lo abstracto surge la forma que es un lenguaje simbólico de su historia personal.

Actualmente experimenta con el encausto y la costura en el lienzo, inspirada principalmente por la figura del espiral, del que ella misma se expresa como “la forma esquemática de la evolución del universo, formas cósmicas en movimiento…las espirales simbolizan el estado de mi ser, de mi expresión”. Su obra es un espejo que refleja distintas facetas emocionales, ya sea en constante movimiento e intercambio o en una calma estática profunda. Su pasión es la pintura y lo hace por el placer y la sanación que encuentra en ello.