Guillermo Ceniceros  nace en El Salto, municipio Pueblo nuevo, Durango el 7 de mayo de 1939. Hijo de José Ceniceros Paez y Petrita Reyes Briseño. El entorno montañoso y maderero cercano al espinazo del diablo y a Mexiquillo, rodeado de grandes monolitos, similares a esculturas. Hubo que abandonar este paraíso de pinos, yerbaniz y cielo azul para trasladarse a otro paisaje distinto; un monte de chimeneas fabriles, Monterrey, N.L.

Ceniceros llega con doce años, cargado de ilusiones a un lugar de sorpresas, vivencias y curiosidades. En Monterrey trabaja y estudia en diversos lugares, el dibujo lo atrae y se enfoca al dibujo industrial en la escuela “fama”. Casi simultáneamente ingresa a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León.

En la institución Arte a.c. participó en muchos eventos como los Salones de noviembre y exposiciones individuales como la de 1956. 

Entre sus actividades está también la de maestro de dibujo en varias instituciones, como la facultad de Arquitectura de la u.a.n.l.

Es invitado por el maestro Federico Cantú para colaborar en el mural relieve, en el acantilado “Los Altares” en el año 1962.

Gana por concurso y realiza el mural “Alegoría de la educación” para la Biblioteca Municipal de la ciudad de Monterrey.

Realiza junto con Esther González una exposición pictórica con motivo de su enlace matrimonial “como lo consigna una nota de un diario local” en 1963.

Se traslada a la Ciudad de México y se incorpora al equipo de Luis Covarrubias en el Museo Nacional de Antropología e Historia con el maestro David Alfaro Siqueiros. Ceniceros trabajó en varios murales simultáneamente con el mural del Polifórum.

En el año 1969 participa en el concurso convocado por la sep y concanaco, del cual recibe el Primer Premio Nacional de manos de Agustín Yánez.

En su afán de investigación cotidiana, caleidoscopios anamórficos, grabados, rollos, códices con mandalas, cúpulas lúdicas, ocupan tiempo y espacios como la exposición “Laboratorio de formas” en el muca (Museo Universitario de Ciencias y Artes de la unam).

Los murales desempeñan un sitio muy importante en el quehacer de Ceniceros, todos de temática y dimensiones diversas; dos murales para Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México; un mural para la Facultad de Química de la uanl, el Teatro Universitario uanl; el Banco de Comercio Exterior, Cintermex Monterrey; el Instituto Nacional de Neurología; etcétera.

Aunque radican en la Ciudad de México, conocer la expresión de otras culturas y exponer en diversos lugares ha llevado a Guillermo y Esther a sitios como China, Ecuador, Francia, Bulgaria, etcétera.

En la ciudad de Durango está instalado el Museo Guillermo Ceniceros dotado de obra representativa y realiza una importante actividad de difusión y fomento a la cultura.

En El Salto, Durango se encuentra “La casa de la Cultura Guillermo Ceniceros”, dedicada también a labores educativas.